Buenas noches.
Solamente escribo para comunicarles a mis más fieles seguidores, que dudo que sean muchos, que me voy un mes a Irlanda. Sí, es un asco, pero no hay vuelta atrás así que solo quiero deciros, ya sabéis quienes PORQUE OS QUIERO MUCHÍSIMOO que os voy a echar mucho de menos.
Así que nada, aquí me despido.
Muchos besos, osquiero enormemente y LO SABÉIS.
Invictus
Desde la noche que sobre mi se cierne,
negra como su insondable abismo,
agradezco a los dioses si existen por mi alma invicta.
Caído en las garras de la circunstancia
no me he estremecido ni llorado en voz alta.
Bajo el vapuleo del azar, mi cabeza está ensangrentada,
más no inclinada.
Más allá de este lugar de lágrimas e ira
yacen los horrores de la sombra,
pero la amenaza de los años me encuentra,
y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el camino,
cuán cargada de castigo la sentencia.
Soy el amo de mi destino,
Soy el capitán de mi alma.
martes, 31 de agosto de 2010
martes, 17 de agosto de 2010
Hola de nuevo. Bueno, voy a subir otro pequeño fragmento de Somos Cinco. Por motivos propios y ajenos personales, va a haber más de un cambio en mi libro. Aún no he llegado a subir cuando empieza a haber cambios, es más, hay algunos que no están del todo confirmados, no dependen sólo de mí.
No os voy a comer la cabeza con mis problemas, vosotros solamente leed y opinad.
P.D: Uno de los cambios, con menos importancia ya que es irrelevante pero quería hacer un guiño a un amigo, es la frase que cerraba lo último que subí. La rectifico ahora:
—No vales la pe… ¡Ostia Pedrín!
Las puertas escondían un gran, gran, gran tesoro. Bueno, gran, gran, gran tampoco, grandioso, grandioso, grandioso sí.
Como describir la habitación… ¿conoces la súper habitación de Scrooge McDuck también conocido como el Tío Gilito o como Rico McPato? Bueno, pues parecido pero con diamantes. Diamantes por doquier.
Había como 60 estanterías a rebosar de ellos. Al fondo de la habitación había dos grandes cajas fuertes. Eran enormes (igual de altas que yo, más o menos) con una mini pantalla con números.
Di se dirigió a las estanterías y comenzó a llenar sus dos mochilas con los diamantes, una tras otra. Yo, por mi parte, me dirigí hacia las pequeñas pantallas de las cajas fuertes. Me la quedé mirando fijamente procurando averiguar que narices se necesitaba para abrirla cuando una voz robótica me anunció, respondiendo a mi pregunta:
—Código, escáner dactilar, escáner de retina y reconocimiento de voz, por favor.
—¡Y una mierda!
—Voz incorrecta.
—Métete un palo y dale vueltas.
Disparé a ambas pantallas con mi pistola repetidas veces hasta que las puertas cedieron por fin.
—Mira que haces ruido… —observó Di.
Solté una pequeña carcajada y cargué mis pistolas. Después me acerqué a una de las puertas de plomo y la abrí con no muchos esfuerzos. En su interior había…
… billetes. Billetes por doquier. Sonreí y comencé a vaciar el interior de la caja fuerte. Y después de la primera, vino la segunda. Conseguí llenar las dos bolsas, justas.
—Vale, yo ya estoy—me giré hacia Di—. ¿Nos vamos?
—Nos vamos.
Nos cargamos las mochilas a la espalda y nos dispusimos a abandonar la sala cuando un tapón de metro y medio se colocó en la puerta para intentar cortarnos el paso (y recalco la palabra INTENTAR). Era castaña, poco proporcionada y con la nariz y la boca de conejo. Si hubiese estado Jaky presente habría dicho: <>. Y habría tenido razón. Me daban ganas de reír, tantas, que me reí.
—¿Se supone que tenemos que echar a correr, dejar todo donde estaba y después nos mataras?—preguntó Di, retóricamente, levantando una ceja.
—Idiota insensata de mierda—la nariz se le movía arriba y abajo al tiempo que hablaba.
—Al menos yo no me dedico a matar a mi abuelo para quedarme su deslumbrante fortuna.
—No te atrevas a…
—Mala suerte, ya lo he dicho.
En un fugaz movimiento tenía los nunchaku en su mano derecha. Los movió una sola vez y una de las varas estampó contra la cara de Kelly.
—Vámonos—me dijo.
—Di… mírale la mano.
Así hizo y, cuando se dio cuenta de a qué me refería, sonrió:
—Hoy tenemos fiesta doble.
*************************************************************************************
Sí, lo sé y lo siento. No os volveré a dejar con la mierda en la boca... o sí.
No os voy a comer la cabeza con mis problemas, vosotros solamente leed y opinad.
P.D: Uno de los cambios, con menos importancia ya que es irrelevante pero quería hacer un guiño a un amigo, es la frase que cerraba lo último que subí. La rectifico ahora:
—No vales la pe… ¡Ostia Pedrín!
Las puertas escondían un gran, gran, gran tesoro. Bueno, gran, gran, gran tampoco, grandioso, grandioso, grandioso sí.
Como describir la habitación… ¿conoces la súper habitación de Scrooge McDuck también conocido como el Tío Gilito o como Rico McPato? Bueno, pues parecido pero con diamantes. Diamantes por doquier.
Había como 60 estanterías a rebosar de ellos. Al fondo de la habitación había dos grandes cajas fuertes. Eran enormes (igual de altas que yo, más o menos) con una mini pantalla con números.
Di se dirigió a las estanterías y comenzó a llenar sus dos mochilas con los diamantes, una tras otra. Yo, por mi parte, me dirigí hacia las pequeñas pantallas de las cajas fuertes. Me la quedé mirando fijamente procurando averiguar que narices se necesitaba para abrirla cuando una voz robótica me anunció, respondiendo a mi pregunta:
—Código, escáner dactilar, escáner de retina y reconocimiento de voz, por favor.
—¡Y una mierda!
—Voz incorrecta.
—Métete un palo y dale vueltas.
Disparé a ambas pantallas con mi pistola repetidas veces hasta que las puertas cedieron por fin.
—Mira que haces ruido… —observó Di.
Solté una pequeña carcajada y cargué mis pistolas. Después me acerqué a una de las puertas de plomo y la abrí con no muchos esfuerzos. En su interior había…
… billetes. Billetes por doquier. Sonreí y comencé a vaciar el interior de la caja fuerte. Y después de la primera, vino la segunda. Conseguí llenar las dos bolsas, justas.
—Vale, yo ya estoy—me giré hacia Di—. ¿Nos vamos?
—Nos vamos.
Nos cargamos las mochilas a la espalda y nos dispusimos a abandonar la sala cuando un tapón de metro y medio se colocó en la puerta para intentar cortarnos el paso (y recalco la palabra INTENTAR). Era castaña, poco proporcionada y con la nariz y la boca de conejo. Si hubiese estado Jaky presente habría dicho: <
—¿Se supone que tenemos que echar a correr, dejar todo donde estaba y después nos mataras?—preguntó Di, retóricamente, levantando una ceja.
—Idiota insensata de mierda—la nariz se le movía arriba y abajo al tiempo que hablaba.
—Al menos yo no me dedico a matar a mi abuelo para quedarme su deslumbrante fortuna.
—No te atrevas a…
—Mala suerte, ya lo he dicho.
En un fugaz movimiento tenía los nunchaku en su mano derecha. Los movió una sola vez y una de las varas estampó contra la cara de Kelly.
—Vámonos—me dijo.
—Di… mírale la mano.
Así hizo y, cuando se dio cuenta de a qué me refería, sonrió:
—Hoy tenemos fiesta doble.
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Sí, lo sé y lo siento. No os volveré a dejar con la mierda en la boca... o sí.
martes, 10 de agosto de 2010
Hola de nuevo. Esto es tremendamente aburrido. Veréis, La Dama Lobuna se ha ido de vacaciones, vuelve hoy pero aun así este día va a ser largo, además se vuelve a ir dentro de dos días. La Xica Protegida se a ido a la otra punta del mundo hasta dentro de unos cuantos días. Jaky... no sé nada de ti, tío, ¿cómo te va?
Para animarme un poco he vuelto a releer Somos Cinco y he decidido colgar otra pequeña parte. Espero que os guste.
BILLETES Y DIAMANTES, UNA PERFECTA COMBINACIÓN
El interior era asquerosamente lujoso. Todo lleno de mariconadas, cuadros caros y jarrones pijos.
Tardamos poco en llegar a los rayos X. La sala estaba toda llena de rayos rojos, con muy poca distancia entre ellos cruzandose unos con otros.
—Vale, me toca.
Di se quitó en cinturón y se preparó.
—Venga, Diana. Como tú sabes.
Me sonrió, observó la habitación y comenzó a arrastrarse, saltar y esquivar rayos. Al llegar a la mitad se dejó caer al suelo, jadeando.
–¿Cuánto llevo?—preguntó entrecortadamente.
—2 minutos, tenemos tiempo. No te agobies—la animé.
Después de 1 minuto más, ya estaba al otro lado. Se introdujo en una pequeña habitación (la de los ordenadores) y tras unos pocos segundos los rayos X desaparecieron y yo atravesé la habitación.
—¿No se supone que tenías que avisar a Jaky y él los quitaría?—pregunté tendiéndole su cinturón.
—Sí, se suponía. Pero tú tenías mi BlackBerry y yo sé algo de ordenadores.
—Como la hayas cagado…
Di le envió unos datos a Jaky y, en apenas un minuto, los rayos X de la habitación contigua desaparecieron y pudimos pasar más fácilmente.
Subimos escaleras, cruzamos pasillos y atravesamos múltiples habitaciones.
—¿Derecha o izquierda?—preguntó Di.
Nos encontrábamos con la posibilidad de fallar y teníamos que escoger una dirección: habitación derecha o izquierda. Yo sabía perfectamente cual debíamos tomar, pero me apetecía fastidiar un poco…, esta bien, mucho.
—¿No se supone que tenías que aprenderte el mapa?—pregunté fingiendo enfado.
—Eh…, sí. Pero no me acuerdo.
—¿Y ahora qué hacemos? ¿Hacer pito pito gorgorito y probar suerte? ¿Dejar el atraco para otro día porque la señorita no ha aprendido el mapa? Trabajé muy duró para planear todo esto. ¿Qué hago? ¿Pegarme en tiro?
—Venga, no es para tanto… —se intentó defender.
—¡Y una mierda!—saqué una de las Star 30M y me apunté a la cabeza.
—¡¿Estás loca?!—se puso histérica— Esto no es una broma, no tiene ninguna gracia.
—En cierta forma, sí.
Dejé de apuntarme con la pistola y la guarde de nuevo en el cinturón al tiempo en que me reía como una loca y empujaba la puerta de la izquierda para que se abriera.
—Nunca aprenderás…
—Eres insufrible, ¿lo sabías?—me miró mal.
—Sí, ya me lo habías comentado alguna vez.
—No vales la pe… ¡Joder su madre!
*************************************************************************************
disfrutad del verano... ¡porque no tardará en acabarse!
Para animarme un poco he vuelto a releer Somos Cinco y he decidido colgar otra pequeña parte. Espero que os guste.
BILLETES Y DIAMANTES, UNA PERFECTA COMBINACIÓN
El interior era asquerosamente lujoso. Todo lleno de mariconadas, cuadros caros y jarrones pijos.
Tardamos poco en llegar a los rayos X. La sala estaba toda llena de rayos rojos, con muy poca distancia entre ellos cruzandose unos con otros.
—Vale, me toca.
Di se quitó en cinturón y se preparó.
—Venga, Diana. Como tú sabes.
Me sonrió, observó la habitación y comenzó a arrastrarse, saltar y esquivar rayos. Al llegar a la mitad se dejó caer al suelo, jadeando.
–¿Cuánto llevo?—preguntó entrecortadamente.
—2 minutos, tenemos tiempo. No te agobies—la animé.
Después de 1 minuto más, ya estaba al otro lado. Se introdujo en una pequeña habitación (la de los ordenadores) y tras unos pocos segundos los rayos X desaparecieron y yo atravesé la habitación.
—¿No se supone que tenías que avisar a Jaky y él los quitaría?—pregunté tendiéndole su cinturón.
—Sí, se suponía. Pero tú tenías mi BlackBerry y yo sé algo de ordenadores.
—Como la hayas cagado…
Di le envió unos datos a Jaky y, en apenas un minuto, los rayos X de la habitación contigua desaparecieron y pudimos pasar más fácilmente.
Subimos escaleras, cruzamos pasillos y atravesamos múltiples habitaciones.
—¿Derecha o izquierda?—preguntó Di.
Nos encontrábamos con la posibilidad de fallar y teníamos que escoger una dirección: habitación derecha o izquierda. Yo sabía perfectamente cual debíamos tomar, pero me apetecía fastidiar un poco…, esta bien, mucho.
—¿No se supone que tenías que aprenderte el mapa?—pregunté fingiendo enfado.
—Eh…, sí. Pero no me acuerdo.
—¿Y ahora qué hacemos? ¿Hacer pito pito gorgorito y probar suerte? ¿Dejar el atraco para otro día porque la señorita no ha aprendido el mapa? Trabajé muy duró para planear todo esto. ¿Qué hago? ¿Pegarme en tiro?
—Venga, no es para tanto… —se intentó defender.
—¡Y una mierda!—saqué una de las Star 30M y me apunté a la cabeza.
—¡¿Estás loca?!—se puso histérica— Esto no es una broma, no tiene ninguna gracia.
—En cierta forma, sí.
Dejé de apuntarme con la pistola y la guarde de nuevo en el cinturón al tiempo en que me reía como una loca y empujaba la puerta de la izquierda para que se abriera.
—Nunca aprenderás…
—Eres insufrible, ¿lo sabías?—me miró mal.
—Sí, ya me lo habías comentado alguna vez.
—No vales la pe… ¡Joder su madre!
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disfrutad del verano... ¡porque no tardará en acabarse!
viernes, 6 de agosto de 2010
Hola, pendejos, pendejas, amigos, lectores, compañeros atracadores... cuanto tiempo!! Bueno, me fui de campamentos y he vuelto. La verdad es que me lo pase genial y guardo un buen recuerdo de esa experiencia. Fue gracias, por supuesto, a mi "Family".
pues nada, que si no subo cosas, luego alguien que no voy a decir su nombre (LA DAMA LOBUNA) que en realidad quiero mucho, me hecha la bronca. Pues nada, vamos a complacerla. No es gran cosa, lo escribí hace mucho tiempo pero así subo algo.
*************************************************************************************
Día 1:
Tiene aspecto humano: dos piernas, dos brazos, tronco y cabeza. Sus ojos son azules zafiro, claros y penetrantes; y su pelo es negro carbón.
Sus rasgos faciales son suaves y su sonrisa amplia y burlona, aunque no sé por qué presiento que pocas veces va a cruzar su rostro, ya que estar encerrado en una habitación todo el día sin poder salir no es lo que más le agrada.
Sus extremidades son muy musculosas y fuertes, es capaz de levantar pesos que un humano jamás conseguiría levantar, no sin mucha ayuda al menos.
Su piel está cubierta por pequeñas verdes-azuladas y brillantes escamas. Esto le permite desplazarse por el agua con facilidad.
Más de una vez ha intentado volar, desplegando dos grandiosas, blancas y elegantes alas de la espalda, pero no daba ningún resultado ya que la habitación es de 2,5m x 2m.
Se alimenta a base de de carne y pescado crudo y frutas rojas. También bebe agua.
Puede vivir de tres formas diferentes: en el aire, volando; en el agua, nadando; o en tierra. Pero si se desplaza por agua, he descubierto que necesita salir a la superficie a respirar cada cierto tiempo, media hora más o menos.
También he averiguado que necesita mojarse de vez en cuando porque sino se seca y está más débil, puede llegar a no poder moverse siquiera. También a morirse.
*************************************************************************************
Sí, lose, no tiene mucho sentido que digamos. Algún día lo retomaré.
Por cierto, no me deja poner título... no sé, que raro. Bueno tampoco habría sabido cual poner así que... espero que os haya gustado y no os hayáis aburrido demasiado.
pues nada, que si no subo cosas, luego alguien que no voy a decir su nombre (LA DAMA LOBUNA) que en realidad quiero mucho, me hecha la bronca. Pues nada, vamos a complacerla. No es gran cosa, lo escribí hace mucho tiempo pero así subo algo.
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Día 1:
Tiene aspecto humano: dos piernas, dos brazos, tronco y cabeza. Sus ojos son azules zafiro, claros y penetrantes; y su pelo es negro carbón.
Sus rasgos faciales son suaves y su sonrisa amplia y burlona, aunque no sé por qué presiento que pocas veces va a cruzar su rostro, ya que estar encerrado en una habitación todo el día sin poder salir no es lo que más le agrada.
Sus extremidades son muy musculosas y fuertes, es capaz de levantar pesos que un humano jamás conseguiría levantar, no sin mucha ayuda al menos.
Su piel está cubierta por pequeñas verdes-azuladas y brillantes escamas. Esto le permite desplazarse por el agua con facilidad.
Más de una vez ha intentado volar, desplegando dos grandiosas, blancas y elegantes alas de la espalda, pero no daba ningún resultado ya que la habitación es de 2,5m x 2m.
Se alimenta a base de de carne y pescado crudo y frutas rojas. También bebe agua.
Puede vivir de tres formas diferentes: en el aire, volando; en el agua, nadando; o en tierra. Pero si se desplaza por agua, he descubierto que necesita salir a la superficie a respirar cada cierto tiempo, media hora más o menos.
También he averiguado que necesita mojarse de vez en cuando porque sino se seca y está más débil, puede llegar a no poder moverse siquiera. También a morirse.
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Sí, lose, no tiene mucho sentido que digamos. Algún día lo retomaré.
Por cierto, no me deja poner título... no sé, que raro. Bueno tampoco habría sabido cual poner así que... espero que os haya gustado y no os hayáis aburrido demasiado.
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