Invictus

Desde la noche que sobre mi se cierne,
negra como su insondable abismo,
agradezco a los dioses si existen por mi alma invicta.
Caído en las garras de la circunstancia
no me he estremecido ni llorado en voz alta.
Bajo el vapuleo del azar, mi cabeza está ensangrentada,
más no inclinada.
Más allá de este lugar de lágrimas e ira
yacen los horrores de la sombra,
pero la amenaza de los años me encuentra,
y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el camino,
cuán cargada de castigo la sentencia.
Soy el amo de mi destino,
Soy el capitán de mi alma.

domingo, 13 de junio de 2010

Entrada...sin nombre

Señoras, señores y pendejos, el colegio se acaba y nos abren la celda de la cárcel tras largas torturas. Ya somos libres para hacer lo que nos plazca o para no hacer nada, directamente.
Pero el verano es corto, no se aprovecha lo suficiente, y el colegio y el frío vuelven de nuevo a fastidiar como es debido.
Me estoy empezando a dar cuenta de que esto no lleva a ninguna parte, que no tiene sentido alguno, así que, para rematar la falta de sentido, os voy a enseñar mi nefasto, dantesco, apocalíptico, jocoso y mierdero romance no romántico que no llega a ninguna parte y que, obviamente, no ganó el premio:

El maletín en la puerta

siempre lo dejaba Berto,

se cerraba en su despacho

apenas me daba un beso,

apenas era un roce.

Siempre escribía verso

sin tener nunca un descanso.

Yo entonces iba al huerto

Pienso lo mismo, cavilo:

¿tan sólo soy un cebo?

¿se casó por mi dinero?

¿por un hijo, es por eso?

No me casé con su cara,

no lo sé, tal vez es bello,

lo hice yo con su persona,

yo me casé por ello.

Pero él no me quiere, lo sé,

ni tampoco a su hijo el bello

de padre el gran hermoso

“¡Yo le quiero, le quiero!”

grita una voz en mi cabeza

a cada vez que le veo,

grita fuerte mi corazón.

En el huerto yo deseo,

mientras planto las semillas,

que sea todo un sueño,

que todo sea mentira.

Para darle más sentido aún a todo esto, diré que mi wonderful seudónimo era "Yo", el más grandioso de todos. Prefiero no subir el soneto, era una gran mierda madre.